Muchos emprendedores se anulan a la sombra del anonimato, sin sacar a la luz ideas y proyectos geniales que el mundo está necesitando, dejando sus sueños en el armario por miedo a lo que conocidos y extraños pueden llegar a pensar o a decir. Otros sacan sus productos de forma tímida, pasiva y tradicional, buscando desesperadamente aprobación y reafirmación en lo que los demás opinen; si es bueno o no, si funcionará o no, ignorando que ya no es necesario pedir permiso, que el mundo está más abierto que nunca, y que tienen en sus manos oportunidades que antes eran inalcanzables, para que quien realmente se interese en sus ideas, simplemente vaya hacia ellos, y quien no, tranquilamente siga su camino.

Solo las ideas y productos atrevidos, arriesgados, hechos por personas apasionadas, que se atreven a desafiar sus miedos, están sobresaliendo y liderarán el mercado. Aquellos productos tímidos, que siempre siguen la misma línea, no son más que réplicas de algo inventado que suele ser aburrido, y lo aburrido casi nunca llega lejos, aquellos que siempre andan en puntillas, pisando pasito, ajustándose a manuales, pidiendo permiso y aprobación a todo el mundo, temiendo incomodar a algunos y queriendo gustar a todos. La triste realidad de muchos emprendedores es que terminan haciendo los mismos productos grises y aburridos, sin alma ni identidad, condicionados por la necesidad y el miedo.

la mayoría de personas viven con muchos miedos que les impiden hacer aquello con lo que serían felices, y en muchos casos termina destruyendo sus proyectos. Pasa el tiempo y aprenden muchas cosas, pero entre estas casi nunca se encuentra el desarrollo de habilidades para enfrentar y controlar sus miedos.

Miedo a fracasar, al qué dirán, al rechazo, a perder. El miedo es un mecanismo de defensa natural que se aloja en una parte de tu cerebro llamada “cerebro reptiliano”, la cual quiere protegerte de los retos como sea posible, para que regreses a tu zona de confort, pues así cree que asegura tu supervivencia. El miedo es natural, pero cuando te paraliza y te impide avanzar es un verdadero problema. Quien vive complaciendo a su cerebro reptiliano, termina protegido del riesgo, pero frustrado y fracasado.

No niegues el miedo, si se resiste a irse, pues entonces lánzate y muévete con él, comienza a vender, pon la cámara y comenzar a hablar.

Miedo a los críticos

Numerosas personas hacen muy bien el papel de corregir y criticar, esa es su misión, pero no el duro trabajo de crear y proponer, por eso los críticos abundan, pero los que hacen escasean. Los críticos rara vez hacen algo, y a menudo frenan el trabajo de los demás.

El crítico destructivo por lo general es un eterno inconforme que tiene miedo y no se atreve a hacer lo que tú haces, por eso no tolera las iniciativas de otros, es alguien que renunció a sus sueños y quiere que tú hagas lo mismo. Tus ideas y tu emprendimiento son demasiado valiosos para perder tiempo en complacer a esa minoría.

Demasiada humildad hace daño

Nos enseñaron a ser demasiado modestos, más humildes de lo normal, y a restarle valor a lo nuestro para dárselo a otros que están el poder, para que brillen por nosotros. Cuando nos negamos y comenzamos a sobresalir por nuestras propias iniciativas, corremos el riesgo de ser señalados como culpables de arrogancia y orgullo desmedido. Cuando comienzas a creer de verdad en ti, algunos pueden atacarte, pero luego, inevitablemente el mundo se pondrá ante ti para que te lo comas.

Te hablo con total propiedad porque he vivido las experiencias que me lo permiten, he empezado desde cero, en tiempos de crisis, vendí simplemente porque no me quedé quieto y porque hice cosas sin pedir permiso, que para la mayoría de personas son incomodas o vergonzosas.

Soy orgulloso de mí y de lo que hago, y cada vez seré más (sin ser arrogante por supuesto). Si hubiera creído más en mí y hubiera sido más seguro, aprobándome más e importándome un carajo lo que pensaban los demás, iría mucho más lejos.

Ahora soy abierto y transmito lo que sé siempre con la invitación a que otros lo mejoren y a través de sus aportes hagan que ese conocimiento se nutra y crezca, sigo imparable, nada ni nadie me detiene.

Si no crees en lo tuyo y no lo haces ver como algo muy bueno, olvídate, nadie más lo hará.

Antes me atormentaba y me frenaba el hecho de querer compartir mis iniciativas y conocimientos con muchas personas, tenía mucho para comunicar, pero al no ser muy profesional, reconocido, o no tener certificaciones, pensaba en lo que pensarían los demás, pensaba en que ya existían muchos reconocidos expertos en el medio, por lo tanto, lo mío era como llover sobre mojado. Esto me quitaba libertad y frenaba mis iniciativas. Luego concluí que, aunque había mucho escrito sobre mi campo, nadie tenía la última palabra, entonces decidí que tenía que aprender a trabajar libre, sin temor, sin filtros, sin pensar tanto y sin pedir permiso.

lo importante es que tu creación esté en movimiento, no la fuerces, relájate, déjala crecer naturalmente, libre como como un niño feliz, sin prejuicios. Encerrada en tu ordenador o en un cajón nunca se va a desarrollar, si para ponerla en marcha esperas a que se perfeccione, sin acción eso nunca pasará y te puede salir muy caro.

En este mundo las personas son cada vez más libres de elegir a quien escuchan, a quien siguen y con quien se quedan, por eso no tiene caso preocuparse por agradar a todos, ese afán de aprobación altera la esencia de tu arte y termina por convertirte en una marioneta de los caprichos de unos cuantos.

No te aferres tanto a los resultados, cuando fuerzas tu trabajo para evitar las críticas y pretendes agradar a todos, entorpeces tu proceso, lo alteras y lo conviertes en una competencia de bobos, las competencias pertenecen al siglo pasado, el mundo está avanzando por fin gracias a la coopetencia.

Lo importante es iniciar y hacer, qué importa que no sea tan perfecto como tú o el mercado quisiera, todo lo excelente fue imperfecto en sus inicios. Date gusto a ti mismo, no esperes a que te elijan, inventa un producto apasionado y honesto, que te emocione, que tú mismo comprarías a ojos cerrados y conéctalo con el mundo, cuando lo haces, siempre encontrarás personas que creerán en ti, si no sabes cómo hacerlo sígueme.

Arranca, avanza con pasión, diviértete mientras mejoras, no te fijes tanto en los demás, a quien no le guste tu forma de pensar y hacer las cosas, solo le basta con un clic para no seguirte, que lo haga, no pasará nada, en el mundo hay 7000 millones de personas para conectar y conquistar, invierte tu tiempo y tu energía en mejorar para los receptivos, para aquellos que creen en ti y te entienden. Son tu comunidad, interactúa con ellos, escúchalos y toma muy en cuenta sus críticas, si te motivan a mejorar, pero aquellas que intentan callarte y avergonzarte llévalas a la basura sin mirarlas, sin que te toquen en absoluto.

Deja de pisar pasitico y de hablar tan bajito, cuando se trate de lo tuyo dilo fuerte y mirando a los ojos sin piedad, siéntete totalmente seguro y orgulloso de lo que haces, de lo que inventas, de lo que te gusta, de lo que te apasiona, de lo que eres, manda a la mierda el resto y avanza con alegría.

Muéstrale al mundo lo que quieres hacer, lo que sabes hacer, de lo que estas hecho, apóyate en comunidades, escucha música que te inspire y te inyecte adrenalina, baila, corre, salta, lee buenos libros, únete a una tribu que te inspire, renueva tus círculos sociales, rodéate de personas que compartan tu visión, que te entiendan, te escuchen y te apoyen. sigue tu pasión sigue tus tripas y tu corazón, sigue tu intuición.

Los emprendedores que directamente dan la cara y se atreven a vender sus productos sin vergüenza, tiene una alta probabilidad de éxito, hay suficientes pruebas que lo demuestran. ¿te atreverías a hacerlo? o te quedarías sin vender. Hay muchos que sabiendo que funciona, mejor se quedan sin vender y eligen sufrir, recorriendo el oscuro y largo camino del anonimato, ¿por qué?, porque no enfrentan sus miedos.

bota el miedo y atrévete a presentar tú mismo tus productos, te reto a que lo hagas en video y verás la confianza que comienzas a ganar, olvídate de que tienes que hacer todo perfecto, comienza ya conéctate, atrévete a vender de formas menos ortodoxas, atrévete a desafiar y provocar al medio, al mercado, a los críticos y a ti mismo.

¿Quieres cumplir tus sueños y llegar donde quieres, ser rico, ayudar a muchas personas o lo que sea? Métele todo tu tiempo, pasión y energía a tu creación.

En la escuela no me enseñaron a vencer mis miedos, pero sí a ser muy crédulo, obediente, que la sumisión era lo correcto y que los críticos e intelectuales siempre tenían la razón. El sistema no te enseña a controlar el miedo porque sencillamente las personas tímidas convienen, ya que se anulan, se mantienen aisladas, no hacen que las cosas cambien y permiten que muchos se mantengan en el poder,  (no me refiero solo a asuntos políticos), me refiero a esa maquinaria industrial, tradicional en la que fuiste educado a la que le conviene que te mantengas a la orilla, tímido, pasivo, simplemente como espectador, para que no crees nada, para que no inventes, no propongas, ni cuestiones, pero sí para que creas y consumas mucho. Ese poder se muestra ante ti como grande e insuperable, enviándote el mensaje de que más vale que no lo intentes y te mantengas lejos.

Pero resulta que los imperios ya no son eternos, son mitos superados, está demostrado. Muchos pequeños ponen a tambalear a grandes, ahora puedes estar muy cerca de ellos y respirarles en el cuello, sin necesidad de tener el mismo músculo financiero ni su misma infraestructura. Tú tienes los mismos canales en tus manos y a miles de personas aburridas de lo mismo, esperando propuestas frescas y apasionadas de personas comunes, si tienes verdadero amor, crees lo suficiente en ti, en tu producto y accionas, corres el riesgo de convertirte en una competencia peligrosa para quienes están en el poder.

Cuando piensas y sueñas en grande, te atreves a sobresalir, levantas la voz y tomas la iniciativa de mostrar lo que sabes, corres el riesgo de ser culpable de orgullo desmedido, de que te digan que eres tonto o que estás haciendo el ridículo, algunos podrán elegir hacerte pasar vergüenza para que te calles, para que retrocedas ante sus críticas, guardes tu creación en el armario y te sientes en el sofá a  consumir lo que otros sí crearon y se atrevieron a mostrar. Quieren que continúes volando bajo, y te envían el mensaje de: “Calladito te ves más bonito, no te metas en problemas, sigue viendo la tv y esperando a que ocurra un milagro”. Ellos podrán elegir hacerte avergonzar, pero tú te niegas a aceptarlo, te vuelves atrevido, cínico y te burlas de ellos. Ya desarrollaste el temple, la determinación y el carácter suficientes para que nada ni nadie te haga retroceder, eres un árbol que da frutos, por eso algunos podrán arrojarte piedras , pero tú las cogerás y construirás fortalezas.

Cuando tomas iniciativa y te atreves a hacer algo distinto, tu cerebro está en un proceso creativo y es más vulnerable, está más alerta a las reacciones y comentarios negativos para magnificarlos y hacerte retroceder. Por fuerte que seas, un comentario mal intencionado puede ser fulminante para tu iniciativa, entonces al carajo, si esto te afecta, desactiva los comentarios o pídele a alguien cercano que los vea por ti, que filtre los positivos y elimine aquellos destructivos y mal intencionados, sin que tú sepas de ellos. Dile que deje visibles solo aquellos que te inspiren, que te inyecten adrenalina y te impulsen a mejorar, no necesitas comentarios destructivos. Podrá parecer cobardía, ¿qué importa? realmente no lo es, es el coraje de un valiente que se atrevió a crear y necesita ánimo, energía y verdadero apoyo para avanzar, vale la pena aprender a ser valientes para otras cosas  importantes en la vida, no para tolerar insultos. Pero si alguien te hace sugerencias para mejorar, escúchalas, agradécelas y aplícalas con atención y humildad.

lo que necesitas es crear libre, relajado y desinhibido, sin el filtro del que dirán o del temor social, consciente de que, si cometes errores, vas a aprender de ellos y a mejorar.

lo que necesitas es accionar, lánzate, no pienses tanto, no pulas más, no planees más, evita la parálisis por análisis, no pidas permiso, adopta la costumbre de empezar y arranca ya, comienza ya a mostrar y a presentar tú mismo tus productos, no importa que no sean perfectos, el camino es el mejor espacio para mejorar.

Es claro, tu producto es para la gente, pero si haces caso a todos, te volverás loco, terminarás por alterar y destruir la esencia.

Ahora tienes oportunidades de conectarte con el mundo entero, los medios están en tus manos para que muestres tus productos de formas que antes eran inimaginables, porque eran demasiado costosas y bastante excluyentes, ahora cuestan muy poco o nada, llevas el mundo en tu bolsillo.

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